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Lineamientos de comunicación y señalización para la prevención de COVID-19

Teniendo en cuenta que el virus SARS-CoV-2, que produce la COVID-19, se convirtió en un agente de riesgo biológico en todos los ámbitos, es importante que las empresas fortalezcan la comunicación del riesgo y las medidas de prevención que deben adoptar, no solo sus trabajadores, sino también todas las partes interesadas, como contratistas, proveedores y visitantes en general.

Por ello, en todo momento se debe verificar y dar cumplimiento a las medidas establecidas por el Gobierno nacional, a través de los diferentes protocolos de reactivación económica, en los que se establece la necesidad de comunicar las medidas de prevención, pero donde también cobra especial relevancia el uso de la señalización como herramienta para la aplicación de los protocolos de bioseguridad, la cual debe estar ajustada a las regulaciones y normas técnicas de referencia vigentes.

Con relación a los protocolos gubernamentales emitidos, hay dos lineamientos generales que son fundamentales, incluidos en la Resolución 666 de 2020, por medio del cual se adoptó el protocolo general de bioseguridad para mitigar, controlar y realizar el adecuado manejo de la pandemia:

“Incorporar en los canales oficiales de comunicación y puntos de atención establecidos la información relacionada con la prevención, propagación y atención del COVID-19, con el fin de darla a conocer a sus trabajadores, contratistas vinculados mediante contrato de prestación de servicios o de obra, y comunidad en general”.

“Cumplir los protocolos de bioseguridad adoptados y adaptados por el empleador o contratante durante el tiempo que permanezca en las instalaciones de su empresa o lugar de trabajo, y en el ejercicio de las labores que esta le designe”.

Esto, en la realidad, se traduce en que las empresas, además de incluir el nuevo coronavirus en su matriz de identificación de peligros, valoración y evaluación de riesgos para implementar las medidas preventivas correspondientes, deben intensificar las acciones de información, educación y comunicación para el desarrollo de las actividades que eviten el contagio.

Dentro de las responsabilidades que el sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo ha establecido a los empleadores y contratantes se encuentra la comunicación, a través de la cual se debe asegurar que todos los trabajadores estén informados de los peligros del lugar de trabajo y sus posibles consecuencias, así como brindar información sobre las medidas de control aplicadas para reducir el riesgo de accidentes de trabajo y enfermedades laborales.

Dentro de las responsabilidades que el sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo ha establecido a los empleadores y contratantes se encuentra la comunicación, a través de la cual se debe asegurar que todos los trabajadores estén informados de los peligros del lugar de trabajo y sus posibles consecuencias, así como brindar información sobre las medidas de control aplicadas para reducir el riesgo de accidentes de trabajo y enfermedades laborales.

En el plan de comunicaciones -con el apoyo de las áreas de gestión humana- se deben incluir todos aquellos canales y piezas que les permitan a los usuarios, llámense colaboradores, contratistas, visitantes, estar sensibilizados frente a la epidemia, pero, además, recibir información concreta de los protocolos y procedimientos que deben seguir antes de ingresar a las instalaciones, durante su permanencia y cuando salen y regresan a sus hogares.

Esto incluye:

  • Medidas de prevención generales orientadas a preservar la salud y seguridad en el trabajo por causa del COVID-19.
  • Protocolo de desplazamiento desde y hacia el lugar de trabajo.
  • Protocolos al salir de y regresar a la vivienda.
  • Proceso diario de monitoreo de estado de salud.
  • Instrucción en la aplicación de la etiqueta respiratoria.
  • Signos y síntomas de contagio.
  • Actuación frente a síntomas.
  • Técnica del lavado de manos.
  • Lavado y desinfección de la dotación de trabajo.
  • Recomendaciones de uso correcto de elementos de protección personal (EPP).
  • Procesos de limpieza y desinfección de elementos e insumos de uso habitual, superficies, equipos de uso frecuente, manejo de residuos, EPP, ventilación, instalaciones higiénico sanitarias (baños, duchas, cuartos de aseo, etc.).
  • Protocolo de manejo y disposición de EPP y residuos generados en el área de trabajo y zonas comunes.
  • Protocolo de recepción, limpieza y desinfección de insumos y productos.
  • Protocolo de limpieza y desinfección en la recepción de los productos.
  • Factores de riesgo del hogar y la comunidad.
  • Protocolo de limpieza y desinfección de vehículos.
  • Protocolos en zonas de alimentación: comedores, casinos, cafeterías, estaciones de café, máquinas dispensadoras, etc.

Para este fin, el Gobierno ha diseñado diferentes piezas que pueden ser descargadas directamente de las páginas web relacionadas con el tema para ser impresas, pero también las empresas pueden aplicar en su diseño sus manuales de imagen corporativa para que estén alineados con toda su estrategia de comunicaciones.

En cuanto al Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo, hay que recordar que todos los planes de acción que se definan, incluida la señalización, deben administrarse como un sistema de gestión basado en la mejora continua, lo cual se traduce en la aplicación de las normas vigentes al respecto.

La señalización de seguridad es un control administrativo que incluye, de acuerdo con el Decreto 1072 2015, la señalización, advertencia, demarcación de zonas de riesgo, implementación de sistemas de alarma, diseño e implementación de procedimientos y trabajos seguros, controles de acceso a áreas de riesgo, permisos de trabajo, entre otros. En ese sentido, la señalización necesariamente va atada a los protocolos y medidas de prevención y control del nuevo coronavirus que se incluyan en los planes de trabajo para la gestión de la seguridad y salud. Para el caso específico, esta incluye:

  • Señalización y demarcación de distanciamiento físico (tiras y huellas).
  • Uso de tapabocas.
  • Control del aforo de trabajadores y visitantes al ingresar al área o recinto de trabajo, comedores, casinos, cafeterías y sitios de descanso.
  • EPP indicados para la protección personal de acuerdo con los peligros propios de la labor.
  • Puntos de toma de temperatura.
  • Puntos de hidratación.
  • Puntos de desinfección de calzado.
  • Ubicación de dispensadores de gel, dispensación de EPP (tapabocas y guantes), camillas, baños y vestieres, zonas de alimentación.
  • Identificación de áreas, contenedores y bolsas para disposición de residuos (pañuelos, EPP, etc.).
  • Zonas de descargue (o zona sucia) de correspondencia, paquetes, materias primas, etc., zonas de limpieza y desinfección y de almacenamiento.
  • Área de cuidado en salud (en caso de no contar con un área de enfermería o primeros auxilios).
  • Área de espera al ingreso de la empresa.
  • Identificación de áreas, equipos, muebles, etc., deshabilitados para cumplir con los protocolos.

Cuando se trate solamente de la identificación de un área, bastará con el texto y un color de fondo que asegure el suficiente contraste. Pero cuando sea una señal de seguridad como tal, hay que recordar la definición que trae la norma ISO 3864-1(2011): señal que brinda un mensaje de seguridad general, resultado de la combinación de un color y una forma geométrica, y que, mediante la adición de un símbolo gráfico, brinda un mensaje de seguridad particular.

La misma norma destaca que “el propósito de los colores y señales de seguridad es llamar rápidamente la atención sobre objetos y situaciones que afectan la seguridad y la salud, y obtener una comprensión rápida de un mensaje específico”.

Como se trata de señalización de seguridad, se deben tener en cuenta los lineamientos incluidos en las normas de señalización de seguridad (ISO 3864-1 y ANSI Z535) en áreas de trabajo y entornos circundantes, para que cumplan su función de comunicación, en cuanto a:

  • Diseño visual uniforme y consistente.
  • Tamaño adecuado según la distancia de observación. La determinación de la distancia de observación debe tener en cuenta un tiempo razonable de reacción para prevenir el riesgo.
  • Materiales apropiados de acuerdo con el punto de instalación (interior/exterior), que aseguren una vida útil razonable, con buena estabilidad de color, legibilidad de símbolos y legibilidad del texto.
  • La ubicación de las señales de seguridad debe buscar protegerlas de toda obstrucción visual y daño prevenible (por ejemplo, desvanecimiento por exposición a luz solar, abrasión o degradación por sustancias como productos químicos y suciedad).
  • Aplicación de los colores y formas geométricas de seguridad adecuados en los pictogramas: prohibición (rojo/círculo con barra diagonal), acción o instrucción obligatoria (azul/círculo), advertencia (amarillo/triángulo).

Tomada de: https://ccs.org.co/lineamientos-de-comunicacion-y-senalizacion-para-la-prevencion-de-covid-19/

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